Por: Profe
Diego Lopez.
Y se sumergió Helios y todos los
caminos se llenaron de sombras. La odisea cap IV
Quieran los
dioses que no se alcen más las voces y tienten tan presurosamente el destino,
sino que se apacigüen para escuchar la sensatez. Los grandes medios solo hablan
de las alianzas y la estrategia para enfrentar la guerra que se avecina, los
nuevos argivos se lanzan a la mar con sus botes y sus pertrechos. La mayoría
van atados por acuerdos previos de uniones entre pueblos, cual lo estuvieron en
esos años los que ante troya se presentaron a dar lucha, Menelao, Nestor,
Ulises, Agamenón… todos atados por la guerra, no por la paz.
¿Cuáles son
los esfuerzos que se han hecho por la paz en el mundo contemporáneo?, el
presupuesto militar no ha parado de crecer en la inmensa mayoría de países, la
tecnología se desarrolla para espiar, para destruir de diferentes formas y solo
luego, si queda tiempo, si no hay más, se le buscan aplicaciones en la medicina
o en la mejora de la vida humana y mucho
después en la vida de los demás seres del planeta; somos efímeros con escasa
memoria y olvidamos que no hay gloria en la guerra, ni siquiera en el triunfo,
y eso lo supieron los griegos al volver de troya, al tener que vivir con la
ausencia de sus hermanos, de sus padres e hijos.
Siempre que
me preguntan cuál es el objetivo de la literatura, para qué sirve leer tanto,
debo reconocer que me quedo corto, pues me quedo en lo estético, en el placer
de la imaginación y de los mundos posibles; pero en tiempos como estos, creo
que es cuando más importa preservar la literatura y con ella la memoria, la
reflexiva posibilidad de verse reflejados los tiempos y las acciones de quienes
nos precedieron; veo ya de nuevo al
pobre Telémaco en su orfandad, caminando por las calles de Kiev y Donbass,
buscando su identidad perdida, sus raíces, su familia perdida en el ruido de la
guerra.
No debemos
guardar silencio ante el desastre, pero la palabra debe buscar el encuentro,
debe ser calma y bálsamo, debe ser ante todo razón y para ello preservamos lo
mejor de la literatura, para que sirva en estos tiempos de oráculo benigno,
para saber que, si perdemos la luz, nada será visible en las sombras.
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