El hecho se dio cuando una mujer extranjera identificada como Liliana Molina Ruiz, quien cuidaba a un bebé de un mes, en Norte de Santander se lo llevo y tomo un bus con destino hacia Bucaramanga. Tras conocerse el hecho, las autoridades de la capital Santandereana empezaron con la búsqueda que llevaron a que la mujer que rapto al bebé lo abandonara.
Por fortuna, un taxista en el barrio Colorados del Norte del municipio, escucho un llanto en una caja y descubrió un bebe, inmediatamente informo a las autoridades.
Al respecto, el comandante de la policía metropolitana de Bucaramanga, el coronel José Jaramillo afirmo: “yo lo veo bien, gracias a Dios. Yo digo que es un milagro de Dios, es un final feliz. Es que el niño queda en una caja, es un niño muy pequeño y se habría podido deshidratar sin que el taxista nos llamara inmediatamente. Esto sin la comunidad no se habría logrado, gracias al gremio taxista”.
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